Camilo recién a los 11 años logró aprender a leer y a escribir. Víctima de un completo abandono familiar, empezó a consumir neoprén a los 7. Así, dice, no sentía hambre ni pena.
Hoy Camilo está nivelando quinto básico. También le hace clases a su hermano menor. “Le quiero enseñar a leer y a escribir”, nos dice Camilo, que recién, hace menos de un año, empezó a ir al colegio.
Indigna la cantidad de talento que corre el riesgo de perderse cuando pienso en los más de 7 mil niños y jóvenes que están excluidos de la educación en Coquimbo porque no existen escuelas de reingreso. ¿Cómo esperamos potenciar sus capacidades si no existen lugares donde acogerlos? Coquimbo es una de las regiones con mayor exclusión escolar, lo que sólo es garantía de perpetuar la pobreza. Pero me esperanza que la mayoría de los parlamentarios estén a favor de crear una política pública que reintegre a los 222 mil niños y jóvenes que están fuera del sistema educativo en Chile, lo mismo que la ministra del ramo. Mientras esto avanza, debemos conseguir financiamiento estatal que fortalezca las iniciativas existentes y favorezca experiencias educativas innovadoras en sectores de alta vulnerabilidad.
Comprométete con esta causa firmando en www.escuelasdereingresoahora.cl y asiste al seminario que haremos el jueves 29 de agosto, a las 09:00 horas, en el auditorio de la sede Inacap en La Serena, ubicado en Avenida Francisco de Aguirre 389.
Por Liliana Cortés, directora de Fundación Súmate.
