Es probable que para muchos sea conocido el llamado Burnout, una respuesta al estrés laboral prolongado. Hoy en día es otro concepto que se abre paso y se hace cada vez más común en lugares de trabajo alrededor del mundo y que es, justamente, su opuesto. Hablamos del Boreout.
Puede definirse como un patrón de aburrimiento crónico en el trabajo, pero va más allá del mero tedio. Está compuesto por tres elementos: infraexigencia, desinterés y aburrimiento en el puesto de trabajo y es un opuesto al “Burnout”, donde la persona se siente superada por la sobrecarga laboral y que afecta su salud mental y estado emocional.
“No existe una prevalencia en su aparición en hombres o mujeres como tal. Sin embargo, las nuevas generaciones, a partir de los Millennials, pueden tener mayor tendencia a aburrirse en su trabajo. Al hacer más uso de tecnología, las tareas que antes se hacían en horas hoy las pueden hacer en mucho menor tiempo. La factibilidad de que los trabajadores experimenten el boreout tiene que ver más con que su trabajo no representa un desafío y ven bajas oportunidades para desarrollar su profesión o potenciar sus habilidades”, menciona Marisol Aguayo, Directora de Talent Solutions Right Management Chile.
¿Cómo detectarlo? Sus síntomas derivan de los 3 elementos que lo componen: infraexigido, el trabajador se siente poco valorado en cuanto a su potencial; desinterés, las tareas que realiza no le parecen importantes y siente que su trabajo es irrelevante, no se identifica con éste; aburrimiento, siente que no hay mucho que hacer, aunque en realidad lo que deja de hacer lo termina haciendo otro compañero de trabajo.
“Estos síntomas pueden generar efectos complejos en las personas que lo padecen, como baja autoestima, frustración y depresión. Es importante poner atención a aquellos trabajadores que realizan trabajos repetitivos, que no se sienten desafiados o que tienen poca interacción con sus compañeros de trabajo; sobre todo hoy en día en que la modalidad de trabajo no presencial es más común” sostiene Aguayo. Además, agrega que “Buscar otro trabajo no necesariamente es la salida al síndrome de Boreout. El aburrimiento y la falta de estímulo en el trabajo, también tienen que ver en cómo la persona se autogestiona”.
Para paliar este síndrome son necesarias medidas tanto desde el trabajador como las empresas. Algunas acciones que pueden tomar los colaboradores son conversar con su jefatura, manifestar su interés en tener un foco donde se sienta más estimulado y pueda aportar de mejor manera con nuevas actividades o responsabilidades y que le permitan sentir que agrega más valor. Así como generar pequeñas metas pero alcanzables, asegurar tiempos de concentración en el trabajo y breves espacios de desconexión entre medio, generar networking dentro del trabajo y ver opciones de movilidad interna, equilibrar trabajo/vida personal y realizar actividades que lo motiven.
“Las organizaciones no están exentas de responsabilidad en la prevención del Boreout, ya que su gestión en el ciclo de vida laboral del trabajador incidirá de manera directa en la prevención de éstos síntomas. Es importante capacitar a los altos líderes de las organizaciones, para que adopten un estilo de liderazgo más de coaches y puedan acompañar y guiar a sus colaboradores. Es fundamental que los liderazgos se construyan con una mezcla de habilidades blandas y técnicas, potenciando la empatía, poniéndose en lugar de los trabajadores y acompañándolos en su desarrollo profesional”, concluye la especialista.