Las mascotas son un integrante más en los hogares, por lo que la importancia de su salud es primordial, en este sentido hay que proporcionarles amor, mantenerlos libres de enfermedades, realizar con ellos juegos y paseos, y entregarles una buena alimentación.
La nutrición de nuestras mascotas ha evolucionado con el tiempo, desde comida casera hasta dietas extruidas que hoy en día son las que más se suministran y que entregan una nutrición balanceada, proporcionando nutrientes claves para los procesos internos de nuestros amigos. Los ácidos grasos (AG) son uno de ellos, grasas adicionadas por lo general al final del proceso de elaboración, provenientes de fuentes vegetales y/o animales.
Los AG de la familia omega 3 y 6 son esenciales para perros y gatos, esto ya que sus organismos no pueden sintetizarlos, debiendo ser adicionados en la alimentación para el correcto funcionamiento y estructura celular, desarrollo cerebral, visual y de la piel, entre otros. La elaboración de alimentos para estas mascotas en nuestro país exige mínimos para estos nutrientes, por lo que las deficiencias suelen ser escasas. En el perro se exigen mínimos para los AG: linoleico, alfa linolénico, EPA y DHA, igual que en el gato, donde se suma además el ácido AA, debido a la baja actividad de la enzima delta-6 desaturase en esta especie.
Cuando las grasas de los alimentos no son adicionadas o protegidas como corresponde, se pueden gatillar procesos de deficiencia, afectando la salud de nuestras mascotas. Día a día se generan avances y nueva información sobre los requerimientos para cada especie, variando las proporciones de omega 6:3 de 5:1 hasta incluso 10:1. Adicionalmente, se ha logrado vislumbrar en algunos estudios los beneficios de estos AG utilizados como suplementos en ciertas afecciones, principalmente en perros, donde se han comprobado los beneficios del omega 3 en enfermedades crónicas de tipo cardiaca y renales.
De manera similar, la suplementación con aceite de pescado, fuente de omega 3 en perros con dermatitis atópica, ha evidenciado importantes mejorías, reduciendo lesiones hasta en el 50%. Resultados como el anterior se han podido obtener de igual forma en gatos con afecciones dérmicas.
Entonces, es innegable la importancia de estos ácidos grasos en la alimentación de nuestras mascotas, siendo esenciales para el correcto desarrollo y funcionamiento animal, sin embargo, es necesaria más investigación en el área, permitiendo establecer recomendaciones sobre incorporaciones mínimas/máximas y proporción de ambos en la dieta para lograr un estado saludable y mejorías en ciertas enfermedades.
Por: Karen Fehrmann, Académica investigadora Escuela de Medicina Veterinaria Universidad de Las Américas.