Cada 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha que busca fomentar la conciencia y la acción en favor del planeta. En la Región de Coquimbo, esta efeméride adquiere especial relevancia frente a los desafíos actuales, como la escasez hídrica, la pérdida de biodiversidad y los efectos del cambio climático. Al mismo tiempo, representa una oportunidad para visibilizar las gestiones, compromisos y soluciones que están emergiendo desde distintos sectores.
En el caso de Minera Los Pelambres, el compromiso con el entorno es concreto: por cada hectárea utilizada en sus operaciones, la empresa protege otras seis. De este modo, tras 25 años de operación, ya son más de 27.000 hectáreas de áreas protegidas en la provincia de Choapa si sumamos ecosistemas de alto valor ecológico, entre ellos cuatro santuarios de la naturaleza, como lo son la Quebrada de Llau Llau, el Cerro Santa Inés, Fundo Monte Aranda -con la presencia de la Palma Chilena- y la Laguna Conchalí, todos ubicados en la comuna de Los Vilos.
Estos espacios albergan más de 200 especies de flora y fauna, muchas de ellas nativas o en categoría de conservación, y cumplen un rol clave tanto para el equilibrio de los ecosistemas como para la identidad y el desarrollo sostenible de las localidades cercanas.
“Entendemos que el desarrollo de nuestras operaciones debe ir de la mano con el cuidado del entorno y de las comunidades que forman parte del territorio. La conservación de la biodiversidad y el cuidado de los recursos naturales no es sólo un compromiso ambiental, es parte central de la visión que tenemos de cómo hacer minería y que buscamos seguir profundizando hacia el futuro”, señaló Marisol Díaz, gerenta de Asuntos Públicos de Minera Los Pelambres.
Además de su labor en conservación, la empresa avanza hacia un modelo de sustentabilidad integral que también suma iniciativas relacionadas a forestación, reforestación, protección de los recursos naturales y el bienestar de las comunidades locales, gestión que es destacada desde el sector público y académico.
En este contexto, el Seremi de Medio Ambiente de la Región de Coquimbo, Leonardo Gros, hizo un llamado a las industrias a reforzar el compromiso con su entorno y valoró las acciones realizadas por el rubro minero en dicho ámbito. “Celebramos que en este día exista conciencia ambiental de esta importante industria que ha sido parte histórica del desarrollo de nuestra región”, señaló.
Forestación y Reforestación
Los Pelambres lleva adelante desde el año 2007 un ambicioso programa de forestación y reforestación como parte de sus compromisos ambientales. Este consiste en un proceso de plantación de más de 39 especies nativas en 1.500 hectáreas divididas en siete áreas a lo largo y ancho de la provincia de Choapa: Chacay, El Mauro, El Romero, La Aguada, Tipay, El Mollar y Monte Aranda.
A lo anterior, se suma además el cultivo in vitro – cultivar plantas en un ambiente artificial- de especies autóctonas de la zona y una serie de medidas destinadas a la conservación de áreas cordilleranas que son utilizadas para el ganado local y la trashumancia.
Recirculación y eficiencia hídrica
En materia hídrica Minera Los Pelambres también ha logrado avanzar significativamente en uso eficiente del recurso mediante la recirculación de agua, alcanzando un 77% en 2024, a la vez que continúa impulsando el uso de agua desalinizada como parte de su transición hídrica, alineada a su visión “Los Pelambres Futuro”.
Al respecto, Pablo Álvarez, académico de la Universidad de La Serena y director del Laboratorio PROMMRA y del Consorcio Centro Tecnológico del Agua Quitai Anko, destacó la importancia del alto nivel de recirculación del agua en la industria minera. “El nivel de reutilización de recursos es de los más altos que hay entre las actividades económicas, más alto que el de la mayoría de las actividades, en particular que el de la agrícola y que el de la sanitaria, del uso de consumo humano”, indicó.
Con estas acciones, Minera Los Pelambres reafirma su compromiso con una minería responsable, que busca generar valor más allá de lo productivo, aportando activamente al cuidado del medio ambiente y al bienestar de las comunidades. En un contexto donde los desafíos ecológicos son cada vez más urgentes, iniciativas como estas demuestran que es posible avanzar hacia un desarrollo sostenible que equilibre crecimiento, conservación y calidad de vida para las presentes y futuras generaciones.
