El Ministerio de Salud ha activado una alerta epidemiológica por sarampión. Sin embargo, esta decisión no surge del alarmismo, sino de la necesidad de reaccionar ante un escenario internacional que aumenta el riesgo para Chile. Con más casos en Argentina y una disminución de las coberturas de vacunación en la región, es una prioridad reforzar la vigilancia y acelerar los diagnósticos.
Nuestro país eliminó esta enfermedad hace más de tres décadas y no circula de manera autóctona. Los casos que aparecen son importados, y por eso la alerta no busca generar temor, sino activar un sistema capaz de cortar la cadena de transmisión apenas se detecta un caso sospechoso. En salud pública, la vacunación hace la diferencia entre un caso aislado y un brote.
La ministra ha sido precisa: vacunarse y evitar la desinformación. El descenso en las coberturas no es un fenómeno espontáneo; responde en parte a la expansión de campañas antivacunas que erosionan la confianza y ponen en riesgo a toda la comunidad. Cuando dejamos de vacunarnos, reaparecen enfermedades que ya habíamos logrado controlar.
La vacuna contra el sarampión es segura, gratuita y altamente efectiva. El llamado es directo: revisemos nuestros calendarios de vacunación, resolvamos dudas con fuentes oficiales y dejemos de lado los rumores que solo generan confusión. La prevención está en nosotros, y vacunarnos es la manera más concreta, efectiva y eficiente de protegernos como sociedad.
Por: María Jesús Hald – Epidemióloga, Facultad de Medicina UNAB









