Una de las mayores necesidades de los padres es la de saber el estado de su hijo/a cuando no pueden estar con ellos. Durante los últimos años se han desarrollado distintos tipos de sistemas de cámaras con el fin de monitorear a los bebés a distancia, tanto cuando están en sus casas como en salas cunas. Pese a eso, muchas veces no es posible tener imágenes de todos los rincones de la casa o del jardín infantil. ¿Cómo crear un sistema que mejore la seguridad de los bebés cuando están a cargo de otra persona?
Esta pregunta dio origen a una innovador sistema desarrollado por Ángel Jiménez, investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI) y de un equipo de ingenieros del laboratorio Wesstlab (http://wesstlab.dii.uchile.cl/), expertos en la integración de biosensores con arquitectura de software distribuidos para la obtención de información en tiempo real. Este esfuerzo genero una pequeña pulsera o brazalete que integra múltiples sensores para medir la temperatura del menor, su pulso, la saturación de oxígeno en la sangre, además de un acelerómetro para medir movimiento, y un giroscopio para medir giros.
Las señales de este dispositivo son captadas y enviadas a la nube para su procesamiento. En menos de cuatro segundos todas las señales son procesadas a través de algoritmos capaces de detectar movimientos extraños, como caídas o zamarreos. En estos casos, se envía inmediatamente una alarma o notificación al Smartphone del adulto responsable. Esta notificación puede incluir información extra, como audio, para complementar la información del entorno del menor.
Para poder detectar un eventual maltrato físico, milisegundos después de la detección de un zamarreo, se activa una función que captura el audio del entorno de la guagua. Con esta información los padres sabrán si su hijo ha sido victima de violencia verbal.
Si bien esta innovadora pulsera ha sido diseñada originalmente para la seguridad de las guaguas, esta tecnología se esta usando para desarrollar aplicaciones en las áreas de seguridad laboral a través de la detección de fatiga mental y física, monitoreo de procesos productivos y el monitoreo ambulatorio de pacientes psiquiátricos.
