Desde hace unas semanas los automovilistas y turistas que viajan por la Ruta 41 -que une La Serena y Vicuña- han podido observar la instalación de unas gigantescas estructuras de metal que perturban el tradicional paisaje en el ingreso al reconocido Valle de Elqui. Se trata de las torres de alta tensión del proyecto eléctrico Cardones Polpaico que construye la empresa INTERCHILE.
Los vecinos de los sectores de Algarrobito, Altovalsol y el Romero se han visto afectados por la instalación de estas torres de alta tensión, muchas de ellas a escasos metros de plantaciones de frutas y vegetales.
Pese a la oposición de los vecinos y los recursos judiciales interpuestos por entidades como el Comité de Defensa de los Pueblos de Elqui (CODEPUE), las torres de alta tensión ya fueron construidas y ahora se está realizando la instalación de los cables.
SALUD
Cabe recordar que en su visita a la zona, el presidente de la Comisión del Medio Ambiente del Colegio Medico, Andrei Tchernirchin, afirmó que “hay estudios que demuestran que aumentan las probabilidades de tener cáncer y la mortalidad por estos cánceres en aquellas personas que viven cerca de los tendidos de alta tensión. Aquí el problema no es la torre, sino que los tendidos que generan la emisión electromagnética que afecta la salud. Entre otros produce leucemia, cáncer cerebral, de presión psicológica, esclerosis lateral amiotrófica y también hay evidencia bastante concreta que hay varios otros tumores, infarto al miocardio, depresión que lleva a los suicidios, tendencia a distraerse o problemas para enfocar la atención en algo“.
Sin embargo, nada de ello ha sido tomado en cuenta por las autoridades de Salud ni del Ministerio de Energía. A nivel local, los integrantes del CODEPUE también solicitaron una entrevista con la entonces intendenta de la Región de Coquimbo, Hanne Utreras, pero nunca fueron recibidos. En tanto, desde municipio de La Serena, tampoco se hicieron gestiones para evitar la instalación de las torres.
“Es lamentable que las autoridades no hayan escuchado la opinión de los habitantes de los sectores afectados, en mi caso Altovalsol. En primer lugar no tuvimos el apoyo de la directiva de la Junta de Vecinos del pueblo, pues se restaron de apoyar nuestra demanda, haciendo la vista gorda y permitiendo que una empresa como Interchile instalara estas torres sin ninguna oposición. Mucha gente tampoco se informó y las consecuencias lamentablemente las veremos más adelante“, indicó Nelida Robledo, vecina de Altovalsol.
