El delito del robo de cables sigue afectando fuertemente a las instalaciones y clientes de CGE, compañía distribuidora que presta servicio a más de 3,2 millones de clientes, entre las regiones de Arica y Parinacota y La Araucanía.
Según datos de la distribuidora, en los primeros nueve meses del año, la cantidad de delitos se disparó, registrando a la fecha 451 episodios de robo de cables en las instalaciones de la Compañía, tanto en redes de media y baja tensión como en instalaciones de transmisión de energía, totalizando 153.595 metros de cable de cobre (153,5 km) robado.
Esto equivale a más de 45 toneladas de cobre sustraídas por bandas delictuales, lo que también provocó que más de 165 mil clientes de la Compañía distribuidora eléctrica vieran interrumpido su suministro producto de la acción de estos delincuentes.
Francisco Jaramillo, subdirector de operaciones de CGE, señaló que la acción de estas bandas, que cuentan con material y personal técnico especializado, es una clara señal de su asociación al crimen organizado.
“El robo de cables se ha consolidado como uno de los principales problemas en la calidad y continuidad del suministro y hoy, con nuestra experiencia, podemos decir que está fuertemente asociado al crimen organizado. Estas son bandas delictuales que cuentan con modus operandi desarrollados y que se van moviendo entre las regiones, buscando donde pueden cometer estos delitos y causar el mayor daño. Asimismo, cuentan con una organización que también les permite ocultar, vender, importar y realizar transacciones con el cable robado, lo que financia otros delitos. Es por esto, que no como sociedad, no nos podemos quedar tranquilos y espectantes”, dijo Jaramillo.
En los primeros nueve meses del año, las regiones con más incidencias de este delito fueron las de Arica y Parinacota y Tarapacá, con 138 episodios, seguida por Coquimbo (112); O´Higgins (63); Antofagasta (54); Maule (32); Biobío (19); Araucanía (13); Metropolitana (7); Valparaísoprovincia de Melipilla (7); y Atacama (6).