Con la llegada del invierno, las temperaturas han comenzado a descender de
forma notoria en la zona centro-sur del país. Esta semana, Santiago y
Valparaíso vivieron la mañana más fría del año, con termómetros que en la capital
estuvieron cerca de alcanzar los 0 °C.
Y como cada año, con el frío reaparece uno de los mitos más arraigados en la
cultura popular chilena: “Abrígate, o te vas a resfriar”. Pero ¿qué tan cierto es
eso? Andrés Glasinovic, médico de familia y académico de la Facultad de
Medicina de la Universidad de los Andes (UANDES), es enfático: “El frío, por sí
solo, no provoca resfríos”.
Según explica el especialista, los verdaderos responsables de las infecciones
respiratorias son los virus, que se propagan con mayor facilidad durante los meses
fríos. “Las bajas temperaturas crean condiciones más favorables para que los
virus circulen, y además pueden disminuir temporalmente la capacidad del
sistema inmune en las vías respiratorias, facilitando el contagio”, señala.
De hecho, el último Informe de Circulación de Virus Respiratorios del Instituto de
Salud Pública (ISP) confirma este escenario: actualmente predomina el
rinovirus (30 %), sobre todo en niños entre 1 y 4 años, seguido por la influenza
tipo A (29,2 %) y el virus respiratorio sincicial (15,8 %), este último de especial
riesgo en lactantes y adultos mayores.
Entonces, ¿el frío nos enferma? No de forma directa. “No es por salir sin chaqueta
o mojarse los pies que uno se contagia. La infección ocurre cuando hay
exposición a un virus y, muchas veces, en espacios cerrados poco
ventilados”, concluye Glasinovic.
Por eso, más allá del abrigo, lo fundamental en esta época es reforzar las
medidas de prevención que fueron relevantes durante la pandemia: lavado
frecuente de manos, uso de mascarilla en caso de síntomas, ventilación de
ambientes cerrados y evitar el contacto cercano con personas enfermas.