En temporadas de alto flujo y en operaciones de alto riesgo —como rutas cordilleranas, zonas escolares o accesos a faenas mineras— cada segundo de anticipación cuenta cuando se trata de evitar accidentes.
Con ese objetivo, GPS Chile dispone de una tecnología llamada copiloto virtual, un sistema que lleva más de una década operando en flotas del país, la cual se integra fácilmente a la plataforma de gestión propia, permitiendo visibilidad completa de la operación en un solo lugar.
A diferencia de las soluciones que dependen íntegramente de la conectividad, este dispositivo funciona de manera local: se instala una caja pequeña en el vehículo, que almacena geocercas (perímetros virtuales) y reglas definidas para cada operación y emite mensajes de voz por los parlantes cuando el conductor se aproxima a un punto crítico. Puede advertir, por ejemplo: “próxima zona de escuela: velocidad máxima 40 km/h”, “curva peligrosa”, “posible presencia de animales” o “área con riesgo de derrumbes”. Si el conductor va escuchando música, el sistema interrumpe brevemente el audio para entregar la alerta y luego lo restituye.
“No reemplaza al conductor ni a la fiscalización, añade una capa de prevención donde más se necesita. Al operar sin depender de la señal de datos, mantiene las alertas activas incluso en tramos con baja o nula cobertura, algo frecuente en alta montaña o zonas rurales”, explica Mario Yáñez, gerente general de GPS Chile.
El dispositivo se utiliza principalmente en camiones de la mediana y gran minería que realizan operaciones críticas, como apoyo en rutas como la G-21 hacia centros de ski y faenas cordilleranas, donde hay pendientes, hielo, neblina o altitud. También es una herramienta para la seguridad vial, que actúa como un refuerzo de límites de velocidad en zonas mineras cordilleranas y áreas escolares o residenciales, respondiendo a inquietudes de comunidades locales.
Esta solución complementa los otros sistemas de control y seguridad que pueda tener un vehículo (gps, telemetría, cámaras, sensor de fatiga, mobileye, entre otros) y se integra al servicio de Torre de Control, permitiendo correlacionar alertas y comportamientos, facilitando acciones correctivas de seguridad.
“Queremos que los conductores lleguen sanos a sus casas y, al mismo tiempo, que las empresas puedan acompañar sus trayectos, para lo cual entregamos información en tiempo real que les permite generar alertas en el momento y con esa data, tomar decisiones para hacer más eficiente su gestión”, agrega Mario Yáñez.
Implementación y actualización
La definición de geocercas, mensajes y reglas iniciales lo realiza el equipo de GPS Chile. Los operadores pueden solicitar cambios de manera remota y controlar hasta 250 geocercas, pudiendo introducir más de 120 frases palabras. El dispositivo no depende de hardware de terceros y se integra al ecosistema de monitoreo 24/7 de la compañía.
“Hemos visto que las advertencias, en el momento preciso, ayudan a reducir excesos de velocidad y a prevenir maniobras riesgosas en puntos sensibles. Es una pieza más dentro de una estrategia de seguridad basada en datos”, agrega Yáñez.
El copiloto virtual ya está desplegado en flotas de transporte, logística y minería en Chile, con más de dos mil equipos en operación y nuevas instalaciones recientes en empresas de alimentos y operadores de ruta.









