Con el traslado de 16 guanacos desde el fundo El Trapiche de Longotoma, en La Ligua, hasta tres santuarios de la naturaleza de la Región Metropolitana, se dio inicio a un proceso hasta ahora inédito en Chile para el repoblamiento de guanacos en la cordillera, a través de la creación de centros de reproducción de esta especie para su posterior liberación en el ecosistema de montaña de esta zona del país.
Este proyecto piloto es parte de un programa público-privado para liberaciones planificadas de guanacos en áreas estratégicas a mediano plazo, y así complementar el proceso de expansión y crecimiento natural de las poblaciones silvestres que ya habitan en la región. Su objetivo es repoblar la cordillera santiaguina y restaurar sus ecosistemas, impulsar el turismo de naturaleza, promover el desarrollo de estudios científicos mediante monitoreos y censos, e identificar y abordar las amenazas para esta especie. Esto bajo el concepto de rewilding, una forma de conservación que mira los ecosistemas de manera dinámica y ayuda a la recuperación de la naturaleza mediante su manejo activo, para lo cual la colaboración entre instituciones es clave.
“El guanaco cumple un rol fundamental en la dinámica de los ecosistemas altoandinos. Su presencia no solo aporta a la biodiversidad, sino también ayuda a mantener vegas, praderas y humedales, ecosistemas frágiles que dependen de su presencia. Este esfuerzo marca un hito para recuperar la función ecológica de una especie clave en la zona central de Chile”, señaló Benito A. González, académico de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile y director del proyecto GORE.
Núcleo fundador de un proyecto de conservación a largo plazo
Los guanacos trasladados a la Región Metropolitana provienen del fundo El Trapiche de Longotoma y fueron donados por la empresa Sopraval, que inició un plan de cierre de un proyecto de manejo de guanacos iniciado en 2007. “Estamos muy contentos de poder contribuir, a través de esta donación, al repoblamiento de esta especie en la Región Metropolitana y, al mismo tiempo, aportar a su investigación y conocimiento”, dijo Jaime Kopaitic, jefe de Comunidades de Sopraval, destacando el trabajo conjunto que se realiza por una causa común.
Los 16 animales trasladados a los santuarios conforman la población fundadora que apoyará el repoblamiento de guanacos en la cordillera metropolitana.
Según explicó Cristián Saucedo, director de Vida Silvestre de Fundación Rewilding Chile, “estos 16 guanacos serán parte del núcleo fundador de un programa de conservación a largo plazo. Nuestro objetivo es que, en el mediano plazo, puedan volver a ocupar y utilizar áreas desde donde desaparecieron, así como los corredores naturales que unen la cordillera central de Chile con áreas protegidas argentinas colindantes con la RM. Estamos comprometidos a trabajar con los Santuarios, las comunidades locales y autoridades para que esta recuperación tenga beneficios ecológicos, educativos y turísticos”.
Para ello, los santuarios de la naturaleza tienen un rol clave, ya que dos de ellos son parte de un territorio continuo de casi 200 mil hectáreas que conectan la zona cordillerana de San José de Maipo y Lo Barnechea con las áreas protegidas Volcán Tupungato y Laguna del Diamante en Argentina, constituyendo un importante territorio binacional para esta especie migratoria.
“Este es un paso decisivo para evitar la extinción local del guanaco en la zona central. No solo buscamos aumentar su población, sino restaurar su rol como especie clave en la regeneración de vegas, humedales y praderas altoandinas y la conservación de especies emblemáticas como el puma y el cóndor”, afirmó Sara Larraín, presidenta de la Red de Santuarios de la Región Metropolitana.
Instalaciones y cuidado especializado
En una primera instancia, los santuarios San Francisco de Lagunillas y Cascada de las Ánimas albergarán a las hembras, mientras que los machos fueron trasladados a una instalación de transición del Santuario el Plomo en Tiltil. Posteriormente, serán agrupados en grupos compuestos por un macho, un conjunto de hembras e individuos juveniles, en hábitats dentro de su rango histórico que permitan un normal desempeño de los animales, así como el desarrollo de habilidades y conductas propias de esta especie.
Los centros de reproducción contarán con cierre perimetral e internos de separación, guardería, bodegas de apoyo y monitoreo permanente ante la amenaza de perros, pumas y zorros. Además, tendrán cuidadores especializados y capacitados, así como cámaras para el estudio, vigilancia y cuidado de los guanacos.
El objetivo es iniciar un repoblamiento activo del guanaco, el mayor de los mamíferos terrestres de Chile. En época precolombina, esta especie pudo haber alcanzado entre 30 y 50 millones de animales entre el norte de Perú y Patagonia. Hoy se estima que su población representa apenas algo más del 5% de esa cifra, concentrada principalmente en Patagonia Argentina.
Red de Colaboración
Este proyecto es fruto de un acuerdo entre la Universidad de Chile y la Red de Santuarios de la Región Metropolitana, al que se sumó la Fundación Rewilding Chile. Cuenta con el apoyo del Gobierno Regional de Santiago y se desarrolla en los santuarios San Francisco de Lagunillas y Quillayal (San José de Maipo), Cascada de las Ánimas (San José de Maipo) y Santuario del Plomo (Lo Barnechea). La Universidad de Chile, a través de su Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza, posee amplia experiencia en el manejo, estudio y monitoreo de guanacos en varias regiones del país e incidencia internacional en la conservación de la especie.
Los tres santuarios donde se están instalando los centros de reproducción son parte de una Red de 13 Santuarios que protegen el 7% de la superficie de la Región Metropolitana, la más poblada del país. Fundación Rewilding Chile posee una experiencia de más de 30 años en restauración de ecosistemas y capacitación local en conservación y desarrollo territorial, como la Ruta de los Parques de la Patagonia.
El proyecto GORE cuenta con el apoyo de Conaf, el Ministerio de Medio Ambiente, el SAG, las cámaras de turismo y los municipios de Barnechea y San José de Maipo.