Michael Jackson será despedido el jueves en un funeral reservado para su familia y amigos íntimos convocados al cementerio Forest Lawn de Glendale, suburbio de Los Angeles, en una ceremonia discreta que contrasta con la vida de vanidades públicas que lo hicieron famoso.
Nueve semanas después de que el Rey del Pop muriera de un paro cardiaco considerado por las autoridades forenses de Los Angeles como un homicidio causado por una “aguda intoxicación por propofol” y otros cinco medicamentos, Jackson recibirá el último adiós en el Gran Mausoleo del Forest Lawn Memorial Park en Glendale.
La ceremonia “estará limitada a la familia y amigos cercanos”, ha repetido el comunicado de los portavoces de la familia Jackson sobre un funeral sobre el cual su hermano Marlon Jackson reveló a la prensa británica que durará 45 minutos, que el réquiem estará a cargo de la cantante de soul Aretha Franklin y al cual la gran amiga del músico Diana Ross confirmó su asistencia.
El intérprete de “ABC”, que desde los cinco años atrajo las luces del espectáculo, será velado en una ceremonia que contrasta con el homenaje fúnebre repleto de estrellas que se realizó el 7 de julio en el Staples Center de Los Angeles, al que asistieron 20.000 personas y que fue seguido por millones de telespectadores en el mundo y redes en internet.
Varias entradas que rodean el ingreso a este cementerio de muros altos y que pide identificación con foto a sus visitantes serán cerradas el jueves, con miras a mantener a los fanáticos al margen del acto, dijo la policía.
La urna bañada en oro será desplazada en una sección privada del mausoleo donde también descansan figuras estelares de la época dorada de Hollywood como Clark Gable, Jean Harlow y Carole Lombard.
Es uno de los pocos lugares que rodean el mundo de Hollywood que se empeña en mantener la privacidad y, contrario a otros cementerios, no provee ningún mapa sobre las tumbas de las estrellas.
Scott Michaels, encargado del paseo turístico “Dearly Departed” que muestra las locaciones de las muertes más famosas en Hollywood, dijo que la seguridad de las tumbas de personalidades en el Forest Lawn es como “Los Manuscritos del Mar Muerto”: imposible de vencer.