Tanto organizadores como asistentes al campamento Chile VA!, hicieron un balance positivo de esta iniciativa que reunió en el Liceo Gregorio Cordovez, de La Serena, a más de un centenar de estudiantes de tercer año medio de las provincias de Elqui, Limarí y Choapa. Del 8 al 13 de enero, los jóvenes participaron en ejercicios de laboratorio, visitas a terreno y charlas de científicos, en el marco del Programa EXPLORA CONICYT y con el financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R), del Gobierno Regional.
Los jóvenes se mostraron sumamente contentos y agradecidos de la experiencia vivida. Por ejemplo, la alumna del Colegio Antonio Varas (de Vicuña), Tamara Galaz, destacó que la actividad le sirvió mucho para definir su vocación profesional, ya que después de visitar la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte, ahora quiere estudiar Biología Marina.
“A mí me pareció todo súper divertido, porque además de conocimientos, te enseñan cosas sobre ti mismo y de cómo tienes que enfrentarte a la vida, lo que me pareció realmente innovador y hermoso”, comentó Tamara Galaz, quien instó a otros alumnos a participar en Chile Va!, porque a ella le ayudó también para desarrollar su personalidad: “A mí me sirvió mucho, porque soy muy tímida y los monitores me ayudaron a soltarme más y tener más personalidad”, agregó.
Coincidente fue la apreciación de Nicole Gómez, alumna del Liceo Alejandro Álvarez Jofré (de Ovalle), quien calificó la actividad con nota máxima, sobre todo, por los trabajos experimentales de bioquímica realizados. Asimismo, indicó que este campamento ha superado con creces sus expectativas: “Al principio, cuando me inscribí, pensé que iba a ser súper fome, pero acá me cambió la mente al tiro. De hecho, he llorado como tres veces porque nos vamos”.
Por su parte, Yerko Apablaza, del Colegio San Ignacio de Loyola (de Illapel), resaltó la contribución del encuentro desde el punto de vista emotivo: “En estos seis días, crecimos como personas. Ojalá que después podamos implementarlo en nuestras vidas, para que lleguemos a la adultez siendo personas íntegras y maduras”. También, subrayó lo importante que fue el campamento en materia de fomentar el trabajo en equipo. De hecho, su grupo ganó la última competencia relativa a la confección –y posterior lanzamiento– de un cohete con una botella plástica, a la que se le introdujo agua y aire a presión, para propulsarlo.
Una de las actividades que más llamó la atención de los estudiantes, fue la visita al Observatorio Interamericano Cerro Tololo, donde conocieron los telescopios del recinto, y el ingeniero civil, Juan Seguel, les impartió una charla. En ese contexto, Bastián Espejo, alumno del Seminario Conciliar de La Serena, junto con calificar como excelente el campamento, indicó que dicha experiencia le había ayudado a reforzar su vocación profesional, en el sentido de estudiar Astronomía.
“La visita al Tololo fue muy grata, ya que el especialista que nos recibió aclaró todas nuestras dudas y su equipo (de trabajo) nos mostró los telescopios y enseñó cómo funcionan. Por lo tanto, la experiencia fue buenísima, porque me ayudó bastante. Antes estaba interesado (en la Astronomía) y ahora estoy full metido en esa carrera que quiero seguir”, manifestó Bastián Espejo.
El neurocientífico y coordinador nacional de Chile VA!, Pedro Rosas, junto con agradecer el apoyo entregado por el Gobierno Regional en materia de financiamiento del campamento, también hizo un balance favorable de la actividad, destacando que el éxito del encuentro se refleja en el rostro de los jóvenes: “Veo rostros de alegría y mucho interés. Estudiantes que en estos días han tomado un rol más protagónico sobre lo que quieren ser, y ese es nuestro objetivo fundamental; mostrarles posibilidades, pero sobre todo, decirles que son los llamados a hacerse cargo de sus vidas. Creo que eso lo logramos”.
Clases magistrales
La profesional del Ceaza, Igrid Alvial, fue una de las dos últimas relatoras del encuentro, refiriéndose a la importancia de la hidrobiología. Posteriormente, Pedro Rosas dictó la clase magistral denominada “Frankenstein, Ciencia y Sociedad”, a través de la cual hizo hincapié en la necesidad que los científicos se hagan responsables de sus creaciones.
“El científico es un ser social y, por lo tanto, su investigación, por muy básica que sea, no va a ser neutral (…) La sociedad nos mira y, en muchos casos, con temor, por algunos malos ejemplos de desarrollo científico. Por lo tanto, somos nosotros los llamados a establecer puentes y a explicar lo que estamos haciendo”, explicó Rosas, agregando que la separación aparente entre las ciencias duras y las blandas, es artificial, ya que, a su juicio, la buena ciencia se hace en conversación con el humanismo y viceversa.
