Para llevar a cabo el análisis, se establecieron diferentes niveles de actividad física y los autores observaron una relación directa de los niveles de actividad física y los años de vida ganados. Los resultados mostraron que la esperanza de vida se puede elevar hasta en 3,4 años en aquellos que realizan actividad física moderada, como puede ser caminar deprisa -en niveles iguales o ligeramente superiores al mínimo recomendado en las directrices de la Organización Mundial de la Salud-, y en 4,2 años para aquellos que superan en más del doble la recomendación de practicar ejercicio al menos durante 150 minutos a la semana.
Otro de los aspectos analizados en el estudio fue la influencia de la actividad física en la esperanza de vida según el peso de las personas. De esta manera, se observó que aquellas que presentaban un peso normal y además eran activas, podían aumentar su esperanza de vida hasta en 7,2 años comparado con las que eran más inactivas y las más obesas (IMC >35,0). Para llevar a cabo este análisis, los investigadores dividieron la muestra en cuatro grupos diferentes de personas, según presentaran normo peso, sobrepeso, obesidad clase I (IMC 30-34,9) y obesidad clase II (IMC mayor de 35).
Aunque varios análisis habían sugerido ya que la actividad física está relacionada con la ganancia de años de vida, la diferencia de esperanza de vida entre las personas con sobrepeso pero físicamente activas, frente a aquellas que presentan un peso normal pero son inactivas, nunca se había cuantificado. Según se desprende del propio estudio, los datos extraídos podrían ser útiles a la hora de desarrollar un mensaje sencillo de salud pública que maximice las ventajas que ofrece la actividad física a la población.
Respecto a la situación en nuestro país, el Dr. Nicolás García, del área de Medicina Deportiva de clínica Meds, explica que si bien el sedentarismo de los chilenos disminuyó de un 86,4% el año 2009 a un 82,7% el año 2012 – de acuerdo a la Encuesta Nacional de Hábitos de Actividad Física y Deportes de la Universidad de Concepción – todavía las cifras son elevadas, por lo que la tarea es seguir trabajando para que la gente practique más actividad física.
El especialista explica que está claro el efecto positivo de la actividad física en la prevención de enfermedades como la diabetes, algunos cánceres, obesidad, hipertensión arterial, osteoporosis, enfermedad cardíaca, entre otras, por lo que no solo extiende la vida sino que mejora la calidad de esos años “extra” en quienes son más activos.
“La actividad física no tendría que ser exclusiva de los deportistas de alto rendimiento, o de los jóvenes que practican con cierta frecuencia alguna disciplina, sino que debiera ser una actividad prioritaria para cada una de las personas, independiente de la edad o patología”, explica el traumatólogo.
Es importante señalar que para la población general sana, la Asociación Americana de Medicina Deportiva (
www.acsm.org) recomienda 150 minutos de ejercicio aérobico de moderada intensidad a la semana repartidos en 5 o más días, o 75 minutos de ejercicio de alta intensidad a la semana repartidos en 3 o más días.