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Lunes, Octubre 30, 2023
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Hoy se cumplen 150 años del hundimiento del primer Submarino Chileno

En un día como hoy, pero hace expectación 150 años, se produjo un hecho histórico en nuestro país. La mañana del 3 de mayo de 1866 en la rada de Valparaíso y ante la mirada de un grupo de curiosos, 11 personas ingresaban a un extraño cilindro de  fierro de 12,5 metros de largo. Se trataba del primer submarino propulsado con fuerza humana y fabricado en nuestro país. Ese día se realizaría su primer viaje oficial. Pero este hecho en pocas horas se transformó en una tragedia. Por circunstancias que hasta hoy se desconocen, el submarino se clavó en el espeso sedimento del fondo marino.

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A las tres de la tarde no se ha visto todavía salir al bote submarino. Como a las nueve fue la hora en que empezó su navegación. Varias veces salió a flote y volvió a bajar. La última sumersión se hizo cerca del fondeadero de los vapores. Uno de los prácticos que andaba en un bote se aburrió de esperarlo y se vino a tierra. Diez hombres andaban a bordo del bote submarino”, señaló al día siguiente el diario El Mercurio de Valparaíso.

La tripulación estaba integrada por siete alemanes, en los que se incluía a Flach (el constructor) y su hijo de 16 años; además iban dos franceses y dos Chilenos, Adolfo Pulgar y Francisco Rodríguez. El 4 de mayo la autoridad marítima de Valparaíso ordenó a todas sus unidades realizar la rebusca del submarino que aún no afloraba, y pasado medio día, un par de remolcadores lograron identificar, a un costado del dique Santiago, una línea de burbujas que subían desde la profundidad a la superficie.

Dos días después un buzo nacional logró ubicar el submarino en la posición señalada, a unos 50 metros de profundidad, tarea a la que se sumó el buzo John Wallace, de la fragata inglesa HMS Leander, quien logró amarrar el submarino para intentar reflotarlo. Todos los esfuerzos fueron inútiles. Hasta ahora el Flach permanece en el fondo de la rada de Valparaíso.

La construcción del primer submarino chileno, el segundo de América, el quinto en el mundo, fue producto de la creación del inmigrante alemán avecindado en Valparaíso Karl Flach. Cabe recordar que entre los años 1865 y 1866 Chile y Perú libraban una guerra contra España. Esa fue la razón principal por la que el entonces Presidente de la República, José Joaquín Pérez, pidió a los empresarios crear armas de defensa para los puertos. Tras ese llamado se presentaron dos prototipos de submarinos: tipo cigarro, del ingeniero Gustavo Heyermannn, construido en Santiago; y el del ingeniero Karl Flach, construido en una maestranza ubicada en el sector de las Torpederas en Valparaíso.

Ninguno de los proyectos estuvo listo para ser empleado en la defensa del puerto, el que fue finalmente bombardeado el 31 de marzo de 1866 por la escuadra del Brigadier Casto Méndez Núñez.

El submarino Flach fue armado completamente con planchas de fierro. Tenía un largo de 12,5 metros y un peso cercano a las 100 toneladas. Quizás lo más increíble es que se movía gracias a la propulsión humana, con pedales que movían sus dos hélices. Un completo sistema de arrastre de pesos de un lado a otro de la nave hacia que se hundiera. Justamente allí parece que radicó la falla. Así al menos lo cree Salvador Villanueva, inventor, buzo e ingeniero en pesca.

Flach no tenía experiencia submarina y fue muy imprudente en una navegación relativamente compleja. El equilibrio de los pesos es muy frágil. Creo que se produjo un desorden a bordo. La gente que se fue a proa e inclinó el submarino. Luego se fueron hasta el fondo sin poder salir de allí”, indicó el experto.

El submarino contaba con dos cañones y una escotilla. Para poder activar el cañón de retrocarga, “el Flach debía salir a superficie e inclinarse mediante pesos. De esa manera, la trompa de la nave se elevaba y se podía disparar el cañón”, comentó Villanueva, quien realizó un dibujo que recrea el interior del Flach.

El año 2006, el documentalista Juan Enrique Benítez, buzos tácticos de la Armada y un grupo técnico de profesionales de la Universidad Internacional SEK, realizaron la primera búsqueda formal con el objetivo de encontrar esta reliquia naval desconocida para una gran mayoría de compatriotas.

Creemos que la hazaña del industrial Karl Flach y de su submarino impulsado por fuerza humana  -un desarrollo tecnológico notable para esa época- es un extraordinario suceso lleno de valor histórico que traspasa las fronteras y que es necesario rescatar del olvido, difundirlo y darlo a conocer a una enorme cantidad de chilenos y a un público internacional que desconocen este increíble invento tecnológico realizado por un inmigrante alemán que dio su vida, la de su hijo y  nueve personas más para defender nuestra nación”, afirmó en esos años Benítez.

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