“Amo al liceo y agradezco haber trabajado aquí”, con estas palabras la ex rectora Oriana Mondaca Rivera (Q.E.P.D.) se despedía en una entrevista al finalizar su período a la cabeza de esta institución educativa, coincidentemente el 28 de febrero de 2018.
Un mujer apasionada en su labor docente y con su espíritu inquieto hizo innumerables acciones a favor de los estudiantes para lograr la identidad liceana, tales como las salas museográficas destinadas a la recuperación de su historia y patrimonio, el Congreso Nacional de Patrimonio, el Congreso Regional de Ciencias, los concursos literarios, de pintura, fotografía, jornadas de reflexión por los Derechos Humanos y el encuentro de orquestas, agrupación que ella misma formó para cultivar en los jóvenes la pasión por la música en el 2013.
Llegó al liceo el año 2012 en calidad de orientadora, al año siguiente asumió como Vicerrectora y en el 2016 cumplió la tarea de rectora hasta el 2017. Durante estos años, sus acciones permitieron que los estudiantes alcanzaran identidad con la propia institución, “hoy vemos a los jóvenes con orgullo que llevan el uniforme, la insignia, la corbata que hace la diferencia y dicen con propiedad yo estudio en el liceo Gregorio Cordovez”, explicaba en su última entrevista a este portal.
En su faceta literaria, la ex rectora Oriana Mondaca publicó los libros de poema Lienzo de Verónica y Antología de poesía femenina del Valle de Elqui, el libro de cuentos ¿Dónde están los ángeles? y la obra Sentimiento religioso y Alusiones bíblicas en la obra de Gabriela Mistral.
Admiradora de nuestra Premio Nobel fue distinguida por la Municipalidad de Vicuña en 1995 por su aporte a la difusión a la obra de Gabriela Mistral, participando en homenajes a la poetisa que se hicieron en Argentina, Perú y Polonia.
En el 2011, obtuvo la beca de Creación Literaria con el proyecto escritural en narrativa: Antología de cuentos transeúntes del Consejo de la Cultura y las Artes, con el que publicó Un ángel para mi abuela, de la Editorial Forja.
En agosto del 2017 se hace merecedora de la Medalla Ciudad de La Serena, por su valioso aporte en materia de educación, difusión de la obra mistraliana y el rescate patrimonial.
Hoy que ha partido a su descanso eterno nuestra comunidad educativa y quienes la conocieron lloran a su distinguida ex alumna y rectora, pero quedará en el recuerdo su presencia cautivadora y el cariño que ella supo darle a todas sus acciones, “los sueños los fuimos haciendo realidad, pero la realidad tiene que trabajarse, hay que aterrizarla y hay agendas por cumplir para lo que han sido brotes, puedan convertirse en un gran árbol en el futuro”.
Hasta siempre querida señora Oriana…
