La ducha bidet es parte de los accesorios de baño indispensables en el hogar. Sirven principalmente en ayudar a higienizar las partes íntimas y, al mismo tiempo, ser una herramienta que facilite las tareas de limpieza.
Hasta podríamos atribuirle una función más: ser uno de los tantos elementos decorativos del cuarto de baño.
Como sugiere su nombre, la ducha bidet tiene sus orígenes en el “bidet”, este equipo inmenso que solía colocarse al lado del inodoro con el cual se hacía exactamente lo mismo que te mencionamos anteriormente, sólo que sus grandes dimensiones (entre otros factores) lo dejaron obsoleto o pasado de moda.
Por otra parte, estarás de acuerdo en que la ducha bidet es mucho más práctica al no ocupar o necesitar tanto espacio. Se puede instalar en cualquier momento, baños de diferentes dimensiones e incluso modernizar con tan sólo cambiar el monomando.
¿Quieres saber más? Sigue leyendo que a continuación te explicamos lo que necesitas conocer sobre este accesorio de grifería.
Flexibles y duraderas
Al tratarse de un accesorio al cual se le dará un uso frecuente, son fabricados con materiales resistentes y ligeros que facilitan su uso por todos los integrantes de la familia.
Respecto a su estructura,lo que debes saber es que estas duchas son la suma de varias piezas. Cada una de ellas cumple un rol preciso y en conjunto garantizan su buen funcionamiento. A continuación te las presentamos.
- Una manguera flexible. Si es de acero inoxidable mejor, porque es un material que no se corroe fácilmente al estar en contacto con el agua.
- Mango y gatillo que controla la salida e intensidad del agua. Hará más sencillo manejar la fuerza en la que sale en función al uso que se le dará.
- Llave T de bronce.
- Soporte para colgar en el inodoro o la pared. Es cuestión de gustos.