La reciente tragedia en la mina El Teniente, que terminó con la muerte de seis trabajadores tras un derrumbe en una de sus galerías, ha golpeado profundamente a la Región de O’Higgins y al país. Las labores de rescate, desarrolladas con enorme esfuerzo por parte de expertos y rescatistas, concluyeron este domingo, dejando tras de sí, un duelo colectivo por parte de la comunidad rancaguina.
Desde Grupo Cetep, nos unimos al duelo que viven las familias de los trabajadores fallecidos, sus compañeros de faena y las comunidades mineras de Rancagua y alrededores. En momentos como este, también es fundamental poner el foco en el impacto emocional que tienen estos eventos y en la importancia de cuidar nuestra Salud Mental frente al duelo.
Un dolor que trasciende a las familias
Cuando una tragedia ocurre en un entorno tan simbólico como la minería, actividad histórica en la zona, el dolor no solo afecta a los círculos cercanos de las víctimas. Lo que se vive es un duelo colectivo: la comunidad entera se conmueve, se paraliza y busca sentido frente a la pérdida.
Este tipo de dolor compartido puede manifestarse de diversas formas: angustia, tristeza profunda, culpa, irritabilidad, dificultad para dormir, o incluso sensaciones de vacío emocional. Por eso, acompañar el duelo de manera activa es una tarea de todos y todas.
Teresa Valle, psicóloga de Grupo Cetep Sede Rancagua señala al respecto: “Hoy cuando se vive este dolor tan grande a nivel no solo comunal, si no que nacional, nos lleva a sentir como personas, como grupo y colectivo un duelo. Un duelo colectivo que reúne a distintas personas, independiente de que seamos o no conocidos o cercanos de las personas que fallecieron, pero compartimos y nos unimos en su dolor. Para poder nosotros como comunidad expresar este dolor, es importante permitirnos sentir, quizás podemos ser cuestionados por no haber conocido a las víctimas, pero sí compartimos el dolor, y podemos expresarlo a través del llanto, del silencio o de evitar hacer ciertas actividades de nuestra vida cotidiana para unirnos de manera simbólica con estas familias.”
Cómo acompañar la salud mental en tiempos de pérdida
En contextos de tragedias colectivas, es clave activar redes de contención y promover espacios seguros para la expresión emocional. Desde nuestro equipo de profesionales en Salud Mental, compartimos algunas recomendaciones:
- Validar el dolor: No minimizar el sufrimiento de quienes han perdido a un ser querido o de quienes se han visto afectados emocionalmente por lo ocurrido. Cada duelo es único.
- Evitar el aislamiento: Acompañar sin invadir. Estar disponibles para escuchar, sin juzgar ni presionar.
- Generar rituales de despedida: Aunque sean simbólicos, los gestos de homenaje ayudan a elaborar la pérdida y resignificarla.
- Pedir ayuda profesional si es necesario: El apoyo psicológico es un recurso fundamental. El duelo no siempre sigue un camino lineal y, en algunos casos, puede volverse complicado o prolongado.