Transformar tu espacio exterior en un jardín organizado y funcional es muy sencillo. Con la planificación adecuada, y teniendo en cuenta elementos claves como un quitasol, entre otros, este puede ser un proyecto emocionante y gratificante. Descubre aquí información clave para crear el espacio ideal en el exterior de tu hogar.
Planificación inicial: la base de un jardín organizado
El éxito de cualquier proyecto de jardinería radica en una planificación meticulosa que considere todos los aspectos del espacio. Una vez que hayas observado bien, conozcas los pros y contras del terreno y tengas claro el uso que quieres darle al jardín, es el momento de trazar un plano a escala.
La elaboración del plano debe contemplar aspectos prácticos como la orientación solar, los vientos predominantes y las vistas que deseas potenciar o ocultar. Lo primero es ubicar los accesos a la parcela, a la vivienda o a cualquier otra dependencia integrada en el terreno sobre el que vayas a trabajar. Esta información será fundamental para determinar la ubicación óptima de cada zona y elemento decorativo.
En la fase de planificación, es crucial definir el propósito principal de tu jardín. En primer lugar, debes pensar en cómo quieres disfrutar de tu jardín: ¿deseas crear un espacio tranquilo y relajante para descansar después de un largo día de trabajo? ¿o prefieres un ambiente más animado y festivo, ideal para recibir visitas y organizar reuniones? Esto te ayudará a determinar qué elementos son prioritarios y cómo distribuir el espacio.
Quitasol y otros elementos claves para un jardín
Aprender a organizar jardín es esencial para lograr un espacio tanto bonito, como funcional. En este proceso, además de la planificación y el diseño del espacio, es esencial tener en cuenta ciertos elementos claves que no deberían faltar en esta área del hogar.
- Quitasol: es esencial para generar áreas sombreadas donde relajarse o disfrutar de comidas al aire libre sin exceso de sol. Lo ideal es colocarlo cerca de zonas de estar, mesas o terrazas, orientándolo según la dirección del sol durante el día.
- Mobiliario de exterior: debe ubicarse sobre superficies niveladas y, si es posible, protegidas del viento. Su disposición define los espacios de reunión o descanso.
- Iluminación: coloca luces tenues en caminos, bordes y áreas de descanso. No sólo aportan seguridad, también realzan el ambiente nocturno del jardín.
- Plantas: son el alma del jardín. Su selección y ubicación deben responder al clima, tipo de suelo y nivel de exposición solar. Coloca especies altas en el fondo para dar estructura, intermedias en zonas centrales para equilibrio visual y flores o arbustos bajos cerca de caminos o bordes.
- Maceteros y jardineras: ayudan a delimitar áreas y a añadir color. Distribúyelos de forma equilibrada, evitando concentrarlos en un solo punto.
- Caminerías o senderos: conectan las distintas zonas del jardín. Ubícalos de manera que sigan el flujo natural del movimiento y evita ángulos rectos para un efecto más orgánico.
- Fuentes o estanques: son opcionales, pero aportan frescura y un toque relajante con el sonido del agua. Colócalos en zonas visibles desde varios puntos del jardín, pero lejos de hojas que puedan caer constantemente en el agua.
Cada uno de estos elementos cumple una función práctica y estética, contribuyendo a un entorno exterior más acogedor, equilibrado y duradero.
Selección inteligente de plantas y materiales
La elección adecuada de plantas es fundamental para reducir el trabajo de mantenimiento futuro. Si vives en las montañas, por ejemplo, con inviernos largos y veranos cortos y más bien fríos, lo mejor es optar por especies como coníferas y árboles de abedul o plantas y arbustos bajos.
Para climas más cálidos, sin embargo, las plantas como el romero y laurel te permitirán crear macizos de flores, arbustos frondosos y no necesitan cantidades excesivas de agua para crecer y mantenerse.

Cómo organizar un jardín por zonas funcionales
La división por zonas es clave para maximizar la funcionalidad y el atractivo visual de tu espacio. Para ello, decide qué áreas dedicarás a los diferentes tipos de plantas, escoge un sistema de riego y piensa si vas a ubicar una zona con muebles de jardín provisional o fija.
Las zonas de estar deben ubicarse estratégicamente cerca de la vivienda para facilitar el acceso y crear una transición natural entre el interior y el exterior. Instala un porche y áreas de estar con pavimentos firmes, decorativos y prácticos. Estas áreas requieren superficies estables y cómodas que permitan colocar mobiliario sin problemas de nivelación.
Para las áreas de plantación, considera agrupar las especies según sus necesidades de riego, luz y mantenimiento. Las zonas, especialmente las de plantas y flores, deberán estar separadas. Esta separación no sólo facilita el mantenimiento, sino que también crea un aspecto más ordenado y profesional.
La zona de almacenamiento es frecuentemente olvidada pero esencial para mantener el orden. Y no olvides reservar en el jardín un rincón para guardar los utensilios que precisan las plantas —como herramientas, abono, tierra, regaderas o manguera—. Este tipo de espacio evita el desorden visual y facilita las tareas de mantenimiento.
Cómo organizar un jardín grande: estrategias para espacios amplios
Los jardines grandes ofrecen múltiples posibilidades. En estos espacios podrás tener, por ejemplo, una sala de estar y comedor exteriores, piscina, solarium, área ajardinada, zona de juegos para niños y corner de siestas con una hamaca bajo un árbol. La clave está en crear una distribución coherente que conecte todas estas áreas de manera fluida y funcional.
La creación de caminos es fundamental en jardines grandes para conectar las diferentes zonas de manera cómoda y atractiva. Nada mejor que crear caminos de grava, baldosas de piedra, adoquines o tarimas para recorrerlo de la forma más cómoda y agradable.
En estos jardines también es importante mantener la proporción adecuada en todos los elementos. En este sentido, los muebles y accesorios pequeños no lucen bien en un jardín amplio. Si tu exterior es generoso, opta por un mobiliario en consonancia, con medidas y plazas XL. Esta regla se aplica tanto al mobiliario como a las plantaciones y elementos decorativos.
Cómo ordenar jardines pequeños: maximizando espacios reducidos
Los jardines pequeños requieren estrategias específicas para maximizar cada metro cuadrado disponible. Al tratarse de un jardín pequeño, no te llevará mucho tiempo tomar medidas de la parcela para tener claro lo que te puede caber en ella y lo que no.
La jardinería vertical es una excelente solución en estos casos, ya que permite aprovechar el espacio aéreo. Esta técnica permite crear jardines exuberantes incluso en los espacios más reducidos.
Además, si te encantaría aprovecharlo para cultivar tus propias verduras, plantéate hacerlo en sus espacios laterales. Junto a sus paredes y en sus esquinas puedes colocar jardineras elevadas y de diferentes alturas en las que plantar y cuidar de hortalizas de tamaño reducido.

La organización exitosa de un jardín requiere planificación cuidadosa, comprensión de las necesidades específicas del espacio y una visión clara de los objetivos que deseas alcanzar. Además es clave contar con elementos claves como un quitasol, entre otros, que garanticen la durabilidad y protección de tu espacio.