Antofagasta.- En junio pasado, en el marco del Día Internacional del Medio Ambiente, el Presidente Sebastián Piñera, dio inicio al Plan de Forestación Urbana, actividad del Bicentenario cuyo propósito es plantar a nivel nacional un árbol por cada chileno antes del 2018.
La idea es duplicar el número de árboles y las áreas verdes de las ciudades del país para alcanzar los estándares de las naciones desarrolladas en la materia y mejorar la calidad de vida de todos los chilenos y chilenas.
Para tal efecto, se dispuso la creación de un Comité Técnico Regional de Forestación Urbana en cada una de las 15 regiones del país, el cual –en el caso local- está conformado por el Intendente Regional, los Seremis de Agricultura, Obras Públicas, Bienes Nacionales, Educación, Salud y los directores regionales de CONAF, COREMA, el Coordinador Regional Bicentenario y un representante de Aguas Antofagasta, equipo que actuará bajo la coordinación del Seremi de Vivienda y Urbanismo.
La reunión constitutiva de este Comité se realizará este lunes 4 octubre a partir de las 11 horas, en la sala José Santos Ossa, tras lo cual el Intendente Regional, Álvaro Fernández Slater y los demás integrantes entregarán importantes antecedentes sobre el tema y los compromisos adquiridos por las instituciones participantes para el cumplimiento de este proyecto Bicentenario en nuestra región.
Entre los objetivos específicos que busca esta iniciativa bicentenaria está mejorar las condiciones ambientales de las ciudades del país, aumentar los porcentajes de cobertura arbórea y áreas verdes, nivelar los índices de forestación por ubicación geográfica, promover una gestión integral de arborización y participación ciudadana; además de promover la educación ambiental en la comunidad sobre el apadrinamiento, el cuidado y mantención de los árboles y la apropiación del espacio público.
El Plan Bicentenario de Forestación se enfocará en plantaciones urbana y peri-urbana, cuya orientación buscará aumentar la densidad arbórea de las ciudades y poblados del país, asociados a beneficios ambientales y sociales que sean rápidamente percibidos por parte de la comunidad. Asimismo formar un “condón verde” en los sectores aledaños, extendiéndose los beneficios asociados a los árboles, tanto a la recreación de los habitantes urbanos como a comunidades asentadas en su entorno.
