Es importante que todos contribuyamos al debate sobre salud y nuestra carta fundamental. Al respecto, aporto el siguiente texto: “El estado garantiza el derecho al nivel más alto posible de salud física, mental y social a todos sus habitantes sin exclusión a lo largo de todo el curso de la vida, a través de políticas sinérgicas e interdependientes, en educación, saneamiento, ambiente, vivienda y desarrollo urbano, alimentación, actividad física y recreación, trabajo digno y seguro, que siendo respetuosas de las diversidades, de la autonomía y de la libertad de las personas, contribuyan, en y con las comunidades, a un desarrollo justo, equitativo y sostenible, que posibilite la más plena calidad de la vida y bienestar humano, junto a asegurar sin discriminación alguna, acceso a un sistema de protección social en salud, universal, equitativo y solidario, que actúe de manera eficaz en las determinantes sociales de la salud y que provea servicios de promoción, atención y cuidados, accesibles, oportunos, integrales y de calidad, que tengan como pilar fundamental estar centrados en las necesidades y la participación protagónica de la personas, las familias y las comunidades”.
Comprender a la salud más allá de los servicios de atención, nos posibilita un lugar de encuentro en torno a valores y objetivos compartidos, que abre camino a legislaciones para un país justo y saludable.
Por: Osvaldo Artaza Barrios, Decano Facultad de Salud y Ciencias Sociales Universidad de Las Américas
