La Serena.- Por decimosexto año consecutivo los sones rancheros se tomarán La Serena, a través de una nueva versión de Festival del Cantar Popular Mexicano, una de las actividades tradicionales del programa de aniversario de la ciudad. Catorce canciones compiten este año por obtener el primer lugar.
La cita es este sábado 21, a partir de las 20.30 horas, en el mall Puerta del Mar, donde los emotivos cánticos propios de la música ranchera tendrán sus exponentes en catorce intérpretes que se la jugarán por deleitar a los presentes y conquistar al jurado.
Cuatro son los participantes de otras regiones que medirán fuerzas en la competencia: Cristian Hernández, de Viña del Mar, con el tema “Cucurrucu Paloma”; Francisco Hidalgo, de La Cruz, con “Acabé de llorar”; Carmen Gloria Ramírez, de Viña del Mar, con “Toro relajo” e Ismael Astudillo, de La Ligua, con “El Hijo del Pueblo”.
En cuanto a los participantes locales, fueron preseleccionados Marcos Martínez, que competirá con el tema “Como quien pierde una estrella”; Agustín Jiménez, con “Que va a sentir tu marido”; Rodrigo Castillo con “Mi forma de sentir”; Silvia Barrera, con “Te quedó grande la yegua”; Jorge Marín, con “La misma”; Génesis Alvarado, con “Gracias por tu amor” y Loredana Milanés, con “No soy Monedita de Oro”. Todos son de La Serena.
De otras comunas de la región participarán Paola Núñez, de Monte Patria, con “El tiempo pasa”; Catherina Alcayaga, de Vicuña, con “El farsante” y Andrea Marín, de Vicuña, con “Guapango Torero”.
Todos aspiran a obtener uno de los tres premios considerados para los primeros lugares, que ascienden a 250 mil, 150 mil y 100 mil pesos, respectivamente.
Show. El show contempla, además, la actuación de artistas invitados como Lupita Aguilar, Los Auténticos Diamantes y la Rancherita de Talagante, quienes harán las delicias de los amantes de la música popular mexicana.
Si bien la música ranchera es extremadamente popular en nuestra zona, especialmente en las localidades rurales; se trata de un género de la música mexicana. Sus orígenes datan del siglo XIX, pero fue desarrollado en el teatro nacionalista del período post-revolucionario de 1910 y se convirtió en el ícono de la expresión popular de México, un símbolo del país, que fue difundido con gran éxito por varios países latinoamericanos, especialmente gracias al cine mexicano de las décadas de 1940, 1950, 1960, causando profundo arraigo entre los sectores populares y medios.
Los cantantes profesionales de este género desarrollaron un estilo extremadamente emocional, una de cuyas características consiste en sostener largamente una nota al final de una estrofa o línea, culminando en una “terminación fundida”.
Fuente: Susana Alfaro.
