La prevalencia de las alergias en sus distintas presentaciones, respiratorias, alimentarias y cutáneas, entre otras, han tenido un aumento progresivo en todo el mundo durante las últimas décadas y esto obedece a distintos factores relacionados, por ejemplo, con estilos de vida, la exposición a ciertos alérgenos y la alimentación.
En este contexto, Beatriz Arteaga, Directora de la Escuela TENS en Enfermería de Universidad de Las Américas, explica que “especialmente en la estación primaveral, lasalergias de índole respiratorio como la rinitis y el asma bronquial provocan un gran impacto personal, familiar y económico para la población. Estas alergias producen una reacción de hipersensibilidad a un determinado alérgeno o elemento como el polvo, el polen, los ácaros o los pelos de animales, por lo tanto, la mucosa de la vía respiratoria se inflama y se vuelve hipersecretora, lo que favorece la invasión de virus o bacterias provocando enfermedades. Por lo mismo, es muy importante tratarlas y actuar de manera preventiva”.
La profesional añade que “aquellas personas que tienen antecedentes de alergias deben acudir al menos una vez al año a control de salud con su médico tratante o con un especialista en inmunología y alergias para recibir las indicaciones y medidas precisas para cada caso. Recomendaciones médicas adecuadas sobre alimentación, realización de exámenes y la ingesta de fármacos deben ser entregadas por un médico y las personas nunca deben automedicarse, dado que como toda terapia farmacológica, estos poseen efectos secundarios y adversos, por lo que requieren de supervisión y control médico”.
Asimismo, recomienda que las personas alérgicas eviten el contacto directo con todo tipo de alérgenos o elementos como el polen o el polvo.
En esta línea, la experta de Universidad de Las Américas, entrega algunas recomendaciones no farmacológicas que permiten evitar las crisis alérgicas:
- No se debe salir de paseo o a caminar en los horarios en que hay mayor liberación de polen al ambiente o mayor viento. Esto es a primera hora y al anochecer, debido que durante el día y sobre todo al medio día y de tarde se produce mayor liberación de polen al ambiente, aunque esto es relativo de acuerdo con las condiciones del clima, la temperatura y los vientos de cada día.
- Utilizar anteojos de sol y mascarilla en caso de salir al aire libre, lugares asoleados, con tierra y áreas verdes.
- Evitar el contacto directo con el pasto o la tierra.
- Evitar la presencia de peluches, alfombras y todos los elementos de casa que pueden acumular polvo y/o ácaros.
- Realizar aseo o limpieza de las superficies de la casa con paño húmedo, sin utilizar plumeros o elementos que levanten polvo. Se debe idealmente ocupar una aspiradora o mopa húmeda y no se recomienda barrer en seco.
- En lo posible no es recomendable barrer la calle y si esto no se puede evadir, se debe utilizar mascarilla y mojar la tierra o el piso antes de barrer.
- Propiciar la ventilación de los hogares y recintos cerrados en los horarios de menor polinización.
- Si se utilizan aerosoles desinfectantes para el aseo del hogar, se deben aplicar idealmente cuando se ventila la casa y cautelando que las personas alérgicas no estén presentes para evitar que el producto irrite la vía respiratoria.
- Evitar secar la ropa al aire libre, para lo cual se recomienda usar tendederos al interior de la casa o la secadora.
- Las personas que son alérgicas al pelo de los animales, no deben tener contacto directo con mascotas como perros o gatos.
- No se debe tener contacto con elementos irritantes como el humo del cigarro u otros contaminantes ambientales.
- Finalmente, solo hay que utilizar productos hipoalergénicos que hayan sido indicados por el médico para el contacto directo de la piel de la persona alérgica, dado que estos son elaborados y han sido sometidos a pruebas de laboratorios que disminuyen la probabilidad de producir alergias, ya que no contienen los elementos causantes de ellas tales como fragancias o colorantes que irritan la piel o las mucosas.