Una importante labor es la que desarrolla día a día la Fundación Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile (FOJI). Esta institución sin fines de lucro, forma parte de la Presidencia de la República desde su creación el año 2001 y en todo este tiempo ha generado espacios y oportunidades de crecimiento integral mediante la música y la conformación de orquestas, para niños, niñas, adolescentes y jóvenes de todo el país.
FOJI está presente en las 15 regiones del país y Coquimbo no es la excepción. La cuna del maestro Jorge Peña Hen cuenta con una Orquesta Sinfónica Juvenil Regional (OSJR) conformada por 61 músicos dirigidos por el maestro Daniel Flores Bennett, quienes durante casi todo el año trabajan arduamente en perfeccionar la ejecución de sus respectivos instrumentos y además ensayan en conjunto para preparar sus conciertos y presentaciones ante la comunidad.
Dentro de los integrantes de la OSJR de Coquimbo destacan alumnos de las tres provincias y además en esta temporada 2024 se han incorporado becados provenientes del extranjero, lo que aporta frescura y nuevas sonoridades a la formación.
Como es el caso del oboísta venezolano Ángel Yepez de 19 años; becado que llegó en 2018 a la ciudad de Coquimbo, proveniente de la ciudad de El Tigre (Venezuela) y ya traía consigo la experiencia de haber sido músico en el Sistema Nacional de las Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela. Este “sistema” fue creado por el maestro José Antonio Abreu en 1975 y a quien Fernando Rosas visitó en 1991 para luego traer a Chile el mismo proyecto y continuar con el sueño de Jorge Peña Hen.
Retomar la música en un nuevo país
Gracias a la profesora Cristina Rivera del Colegio de Artes Claudio Arrau del puerto, Ángel Yepez postuló a la OSJR de Coquimbo, principalmente porque en su etapa educativa demostró sólidos conocimientos en lectura y ejecución instrumental, lo que le permitió ser seleccionado. “La profesora me preparó, me hizo ensayar un repertorio completo, con partituras que practiqué bastante y a los 2 meses me llegó el correo de aceptación lo que me llenó de muchísima alegría” declara el joven becado.
Ángel lleva la música en las venas; tanto es así que cambió su instrumento base, la percusión por el complejo fagot. “Mi papá es músico; él toca la guitarra y yo era percusionista; entonces cuando llegué a FOJI mi profesora me metió a una sala y me mostró uno por uno los instrumentos y entre ellos me habló del fagot y me dijo que este instrumento es único. ‘Si logras tocarlo, podrás tocar cualquier otro’. Eso para mí significó un desafío, el que asumí con mucha alegría”, cuenta.
Para este joven músico la oportunidad de estar en la Orquesta es de absoluto crecimiento: “Lo que más me gusta es que tengo la oportunidad de ser participe de un grupo de gente que lee el mismo lenguaje mío que es la música, comparto con amigos y es una oportunidad única que me genera experiencias, bonitos recuerdos y me ha permitido conocer más y ser cada día un mejor músico”, detalla.
Así este talento venezolano es uno de los becados que trabajan durante todo el año para crecer como músicos y preparar sus presentaciones ante el público, donde finalmente recogen los frutos de horas de ensayos y preparaciones que se convierten en justos aplausos para estos jóvenes, adolescentes y niños de todo Chile que mejoran su calidad de vida integrando orquestas.