Un apremiante llamado a las autoridades a establecer un diálogo directo con los comuneros mapuches que se mantienen en huelga de hambre en cárceles del sur del país hicieron hoy viernes los médicos y diputados Enrique Accorsi (PPD) y Juan Luis Castro (PS), quienes advirtieron que el tiempo se acaba y después de 74 días los ayunantes entraron a una fase crítica y podrían morir en cualquier momento.
Los parlamentarios ofrecieron una rueda de prensa en la sede de la Cámara en Santiago junto al doctor José Venturelli, del secretariado europeo de la Comisión Ética contra la Tortura, para informar desde el punto de vista médico sobre el grave riesgo que entraña a estas alturas el prolongado movimiento de los mapuches y pedir al Gobierno una urgente salida al conflicto.
El diputado Accorsi explicó que los huelguistas de hambre pasan en general por tres fases: primero consumen fundamentalmente sus hidratos de carbono a nivel de hígado y músculos, luego su tejido graso y en la tercera, que es la que estarían viviendo hoy los comuneros, se produce una autodigestión de las proteínas. Detalló que eso genera una atrofia en los músculos respiratorios y un descenso de la capacidad vital, disminuye la masa muscular del corazón y el gasto cardiaco, se alteran las funciones endocrinas descendiendo los niveles de hormonas y se deteriora la función inmunológica, disminuyendo las defensas y aumentando el riesgo de infecciones.
“En esta tercera fase se empiezan a producir daños irreversibles y por eso hacemos un llamado al Gobierno a que se resuelva esto de forma inmediata a través del diálogo. Estamos en una fase crítica, cualquiera de ellos hoy día puede morir”, sostuvo el parlamentario.
El diputado Castro afirmó que el autoconsumo de sus cuerpos que han sufrido en estos 74 días los huelguistas está ad portas de producirles la muerte. Explicó que existen dos posibilidades de fallecimiento, ya sea por falta de riego cerebral y una falla hemodinámica grave que los haga perder la conciencia y entrar en estado de coma, o bien una falla del corazón que los lleve a una insuficiencia aguda y el consecuente paro cardiaco.
“Hoy pueden morir en cualquier instante. Estas son horas cruciales para que se resuelva esta huelga de hambre y por eso nuestro llamado angustioso y desesperado. Eso pasa por una decisión de diálogo directo y de fin a la huelga en forma simultánea, sin condiciones previas”, expresó.